El papel del coworking durante la pandemia del COVID-19

              



La oficina tal como la conocemos, en conjunto con las modalidades de trabajo presenciales, han cambiado tras la llegada del COVID-19. Esa percepción de seguridad que causaban dichos lugares, se volverá a tener a muy largo plazo; cambiando así la vida de millones de personas. Los trabajadores y empresas han tenido que repensar sus estrategias; por lo que el coworking surge como una solución más que factible; dado a sus bajos costos y gran dinamismo.

Prosigamos, y es que es un hecho que muchas empresas pensaron en detener sus actividades tras el aumento de casos del virus. De ser así, el impacto económico sería devastador. Es ahí donde entra en juego el coworking: el cual es fiable, económico, y ha permitido, entre otras cosas, la reapertura de actividades en los diferentes sectores del mercado.

En este sentido, no solo impulsa nuevamente la economía, sino que permite ver nuevas maneras de organización, sin requerir gastos adicionales por mantenimiento de locales físicos. De hecho, la inversión es bastante baja si comparamos con las modalidades "estándar" sin tener que renunciar a la calidad. Si quieres observar un ejemplo de ello, se tiene a Hours, plataforma dedicada al alquiler de espacios por hora.


El coworking replantea el estilo de trabajo convencional e impulsa el crecimiento económico

El papel de esta modalidad de trabajo ha sido aporte de beneficios; y por ende se encuentra en su punto de demanda más alto. No solo por los motivos explicados. Sino porque a través de su implementación se pueden cumplir las normativas de bioseguridad requeridas por las autoridades con mayor facilidad. Claro, debe también ser un coworking adaptado a la situación en general, con algunos cambios en su estructura:

  • Oficinas y espacios abiertos, donde se establezcan normativas de distanciamiento entre cada miembro del equipo.
  • Establecer cursos de capacitación para bioseguridad al personal.
  • Lavado de manos recurrentes y cualquier otra medida aplicada por la OMS.

¿Qué otros aportes han logrado el coworking? en primera instancia, el cambio de mentalidad de todo el personal de una empresa, desde el estrato más bajo hasta el más alto. Anteriormente se creía imposible el poder ejecutar proyectos a distancia, o únicamente alquilando locales por tiempo limitado. Esa creencia ha quedado totalmente derrumbada.

De esta manera ahora las empresas replantean si esos espacios físicos que actualmente ocupan sus instalaciones, son imprescindibles o no. De hecho, en Europa desde mediados del 2019 ya se estaba observando un alza del alquiler de espacios flexibles, con una cuota de hasta 20% en total. ¿La razón? El coworking permite una mayor libertad y flexibilidad a sus trabajadores; siendo esta una de las premisas que mayor atrae a la generación de millennials.

¿Qué conclusiones se pueden generar de todos estos hechos? La pandemia ha cambiado muchas cosas; en consecuencia, es prioridad proseguir adaptándose. Las empresas que han logrado implementar el coworking, hoy en día gozan de operatividad en niveles más que aceptables, por ende, poco a poco más de estas se unirán.

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