¿Cómo hacer un rediseño de tu marca sin perder a tu audiencia?
En ocasiones, una empresa se encuentra en la necesidad de renovar su marca para tratar de dar un salto cualitativo y lograr interpelar a una mayor audiencia potencial, o para intentar destacarse frente a sus competidoras y ganar una cierta ventaja competitiva frente a ellas. Sean cuales sean los motivos de tu rebranding, el objetivo siempre será crecer más deprisa y abarcar un mercado mayor.
Sin embargo, el proceso de rebranding de una marca es muy complejo y delicado, así que debes aprovechar todas las herramientas que tengas a tu disposición para hacerlo correctamente y asegurarte de que extraes el máximo potencial de tu marca cuando concluya el rebranding.
Ten claro el objetivo de tu rebranding
No todos los rediseños de marca tienen los mismos objetivos, ni se gestionan de la misma manera. Algunos simplemente implican algunas mejoras estéticas en tus logotipos y en tus colores corporativos, mientras que otros suponen un auténtico lavado de cara para tu empresa. Ten presente desde el comienzo qué es lo que quieres hacer y por qué, para poder definir de forma clara tu estrategia y planificar todos los pasos que debes dar para aplicarla.
Adapta tu marca a tu audiencia potencial
Si tu rebranding pasa por darte la oportunidad de interpelar a una audiencia potencial más amplia, definitivamente vas a tener que tener claro cuál es el sector de tu audiencia para el que quieres adaptar tus nuevos diseños y tu nueva imagen de marca. No es lo mismo adaptar una marca para interpelar a un público joven y digital, que hacerlo para que se sienta cómoda una audiencia de mayor edad y poco habituada a la red de redes.
Utiliza una VPN para interpelar a un público más amplio
Conéctate a través de una VPN que es una herramienta que te permitirá cambiar de servidor al navegar, y entonces podrás realizar búsquedas en diferentes países y regiones, y conocer las tendencias específicas de cada área. Esto te permitirá conocer hasta qué punto tu rediseño de marca se adecúa a tu público potencial, y actuar en consecuencia para ajustar tus diseños, colores, tipografías y eslóganes, así como la estructura de tu web y los contenidos de tus redes sociales.
Ensaya tu cambio de marca antes de aplicarlo
Planificar un cambio o un rediseño de marca es un proceso arriesgado que debes asegurarte de que funciona bien. Revisa diferentes propuestas, debátelas con tu equipo interno y avanza con más de una para poder ir ensayándolas mediante encuestas o mediante un contacto estrecho con tu audiencia. Cuanto mayor sea tu certeza de que tu público potencial está cómodo con la nueva imagen de marca, más podrás profundizar en el proceso de renovación con la tranquilidad de saber que todo se está haciendo como debe hacerse.
Publicita al máximo el rediseño de tu marca
En cuanto comiences el proceso de rediseño vas a tener que iniciar una campaña publicitaria muy robusta para dar a conocer los cambios y asegurarte de que tus clientes no se pierden en el camino. El rediseño de una marca puede conllevar incluso un cambio identitario bastante profundo, que puede salir muy mal si no se lleva a cabo con la planificación y la publicidad necesarias. Asegúrate de comunicar a todos que tu empresa está cambiando, y que lo está haciendo para mejorar.